Enclavada en el corazón de Oceanía, la Polinesia Francesa es un extenso mosaico de culturas vibrantes, paisajes impresionantes y una rica biodiversidad. Este país único comprende cinco archipiélagos: las Islas de la Sociedad, el Archipiélago de Tuamotu, las Islas Marquesas, las Islas Gambier y las Islas Tubuai, dispersas como joyas a través del Océano Pacífico Sur, aproximadamente a medio camino entre América del Sur y Australia. La superficie total cubre 4.167 kilómetros cuadrados, de los cuales 3.827 kilómetros cuadrados son de tierra y 340 kilómetros cuadrados de agua, rodeados por una extensa costa de 2.525 kilómetros.
Geografía y Clima
El terreno de la Polinesia Francesa presenta una mezcla dramática de islas altas y escarpadas islas bajas serenas, cada una adornada con exuberantes arrecifes. El punto de mayor elevación del país es el Monte Orohena, con una altura de 2.241 metros. A pesar de su ubicación tropical, el clima sigue siendo moderado, gracias a las brisas oceánicas, lo que lo convierte en un destino ideal durante todo el año. Sin fronteras terrestres y rodeado por el vasto Pacífico, ofrece una escapada aislada al paraíso.
Recursos Naturales y Uso de la Tierra
La Polinesia Francesa cuenta con una gran variedad de recursos naturales, como la madera, la pesca, el cobalto y la energía hidroeléctrica, que son parte integral de su economía y forma de vida. El sector agrícola utiliza el 12,50% de la tierra, centrándose en cocos, vainilla, verduras, frutas y café, junto con aves de corral, carne de res y productos lácteos. Además, las aguas del país están repletas de peces, lo que contribuye tanto al consumo local como a la exportación. Alrededor del 43,70% del país está cubierto de bosques, lo que indica un importante potencial de biodiversidad y ecoturismo.
Población y urbanización
En julio de 2020, la población de la Polinesia Francesa se estimaba en 295.121 habitantes, la mayoría de los cuales residía en las Islas de la Sociedad. Tahití, la isla más grande de este archipiélago, alberga aproximadamente al 70% de la población del país, lo que pone de manifiesto su importancia social y económica. Papeete, la capital situada en Tahití, cuenta con una importante población urbana de 136.000 habitantes (2018). Las tasas de urbanización han alcanzado el 62%, lo que refleja una tendencia hacia la vida en la ciudad dentro del idílico país.
Lengua y cultura
Los idiomas oficiales son el francés y el polinesio, reflejando el rico tapiz cultural y la historia colonial del país. La mezcla de idiomas habla de la diversidad patrimonial y de las identidades que coexisten en armonía en las islas.
Economía e Industria
El turismo es la columna vertebral de la economía de la Polinesia Francesa, atrayendo a visitantes de todo el mundo a sus impresionantes paisajes, aguas cristalinas y riqueza cultural. El cultivo de perlas, en particular las perlas negras, es otra piedra angular, junto con el procesamiento agrícola y la artesanía. La minería de fosfatos alguna vez jugó un papel crucial, pero desde entonces ha disminuido.
Productos Agropecuarios y Comercio
Las tierras fértiles producen delicias tropicales, como cocos, vainilla y una variedad de frutas y verduras, que apoyan tanto a las comunidades locales como a los mercados de exportación. El país exporta perlas cultivadas, productos de coco, nácar, vainilla y carne de tiburón, principalmente a Japón, Hong Kong, Kirguistán, Estados Unidos y Francia. Las importaciones incluyen combustibles, alimentos, maquinaria y equipos de socios principales como Francia, Corea del Sur y China, lo que subraya la interconexión global de la economía de la Polinesia Francesa.
Infraestructura y Desarrollo
La Polinesia Francesa cuenta con una tasa de electrificación del 100% a partir de 2016, lo que demuestra su compromiso de garantizar comodidades modernas y sostenibilidad para sus residentes. El PIB per cápita se situó en 17.000 dólares en 2015, lo que refleja el desarrollo de la situación económica de la nación en medio de los desafíos de la vida en islas remotas y la disponibilidad limitada de recursos.
En conclusión, la Polinesia Francesa es un país de belleza incomparable, rica cultura y comunidades resilientes. Su ubicación estratégica y su paisaje único ofrecen tanto oportunidades como desafíos, dando forma a la forma de vida y la trayectoria de desarrollo de la nación. A medida que continúa equilibrando la modernización con la preservación del medio ambiente y el patrimonio cultural, la Polinesia Francesa sigue siendo una joya en el vasto Pacífico, invitando al mundo a descubrir sus muchas maravillas.
Datos del país
Código de país | FP |
Región | Australia – Oceania |
Superficie | 4167 kilómetros cuadrados |
Superficie del terreno | 3827 kilómetros cuadrados |
Superficie del agua | 340 kilómetros cuadrados |
Superficie agrícola | 12.50% |
Superficie del bosque | 43.70% |
Punto de elevación más bajo | n/a |
Punto de mayor elevación | Mont Orohena 2,241 m |
PIB / cápita | $17,000 (2015 est.) |